1.- LUGAR O ERMITA DE SAN FÉLIX
“¡¡Ah, Saelices, lo conozco, yo he parado allí cuando iba para Valencia!!”Al principio lo escuchábamos con un asomo de enfado pero luego, después de tantas y tantas veces, lo asumíamos con resignación. “No, ese es un pueblo de Cuenca, el mío es de Guadalajara”. Y la verdad es que esa equivocación bien se podría dar con otras cuatro localidades de toda España, porque el nombre de Saelices se repite hasta en seis ocasiones en el listado de los 8116 municipios existentes en el país.
Además del mencionado pueblo conquense y de nuestra querida población alcarreña, existen Saelices del Payuelo y Saelices del Río, ambos en la provincia de León, Saelices el Chico (Salamanca) y Saelices de Mayorga, este último municipio en la provincia de Valladolid.
Pero hay muchas otras localidades cuyos nombres son prácticamente similares y así, tenemos Sahelices de Sabero en León, Sahelicejos, en Salamanca o varios San Felices diseminados por la meseta central.
Letras que “caen”
La raíz común está en el nombre latín Sanctis Felicis, que vendría a significar “lugar o iglesia de San Félix”. A partir de ahí los nombres han derivado según los distintos territorios y en el momento en que la letra “f”, que normalmente en Castilla termina por desaparecer, efectivamente lo hace o no. En unas zonas esa “f” no se perdió y así pasamos de Sanctis Felicis a Sant Felices y, finalmente San Felices, municipios existentes en Huesca, Salamanca, Soria y La Rioja.
En otros sitios esa “f” desapareció muy rápido y, así, el nombre de Sancti Felicis evolucionó a Sant Elices y, posteriormente a la actual Santelices, en la provincia de Burgos.
Finalmente en otros lugares la evolución fue distinta. Se iban perdiendo letras, pero la “f” se resistía a desaparecer. De Sanctis Felicis se pasó a Sant Felices. Posteriormente deja de usarse la “t” y se convierte en San Felices. Finalmente la “n” y la “f” se asimilan y tenemos como resultado “Saffelices” y de ahí pasamos, al desaparecer finalmente la “f”, al nombre actual de “Saelices”.
Esteban Provencio Hernando
Artículo elaborado con información del blog
(http://filoblogos.blogspot.com/2006/11/saelices-santelices-y-san-felices.html )
2.- De la Sal, hace más de cien años
“Hay mucha mezcla y confusión. Hay demasiados nombres repetidos y así no se aclara nadie. Tenemos que poner orden”. Básicamente esto es lo que vino a decir el Conde de Romanones cuando en 1916 promulgó el Real Decreto que le puso “apellido” a casi 600 localidades españolas. Y es que de los casi 9.300 municipios que había por entonces en el país, poco más de 1.000 tenían el mismo nombre, lo que hacía imposible distinguirlos unos de otros. Por eso el entonces presidente del Consejo de Ministros, diputado por cierto por la provincia de Guadalajara, promovió este ordenamiento que firmó el rey Alfonso XIII; así, se dejaría el nombre sin más a las poblaciones de mayor categoría administrativa o con más habitantes, mientras que al resto se les adjudicaría un “apelativo” que debería estar relacionado con la localidad, con su tradición, su historia o su geografía. Esta modificación afectó a un total de 29 localidades de nuestra provincia, entre las que se encuentra Saelices, que pasó a denominarse “de la Sal” por razones que no hace falta explicar.
Ya hemos comentado en un artículo anterior que existente otros Saelices en España, concretamente cinco más. A juzgar por lo descrito, el de la provincia de Cuenca era el más importante, ya que no recibió “apellido” alguno. A los otros sí que se les impuso denominación. Además de nuestra localidad, tenemos Saelices del Payuelo y del Río (ambos en León), “el Chico” (Salamanca) y “de Mayorga”, en Valladolid.
Otra de las consecuencias del decreto de 1916 es que a nuestra querida localidad le salieron más hermanos, aparte de los ya mencionados Saelices. Y es que en toda España otros cuatro municipios recibieron este mismo apelativo. Se trata de Peralta de la Sal (Huesca), Cabezón de la Sal (Cantabria), Poza de la Sal (Burgos) y Torre de la Sal (Castellón). Ni que decir tienen que todas las localidades tienen instalaciones salineras excepto la castellonense, aunque suponemos que su denominación viene de estar situada junto a la playa. Como apunte al margen, es de destacar que la localidad burgalesa es el pueblo natal del mítico naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. ¿Más apelativos salinos? San Miguel de Salinas (Alicante) y Arcos de las Salinas (Teruel).
Nombres salinos
Pero la sal no sólo ha dado apellido, ha dado también nombre a numerosas localidades a lo largo y ancho de nuestro país. Así encontramos ejemplos en casi todas las comunidades como por ejemplo La Salina (Jaén), Salares (Málaga), Salobral (Avila), Salines de la Trinitat (Tarragona), Salinas de Añana (Alava), El Salar (Alicante), El Salado (Murcia), Salinas del Manzano (Cuenca) o Ses Salines (Baleares). Existen además ejemplos curiosos como el anteriormente citado Cabezón de la Sal ya que, en contra de lo que pudiera parecer, “cabezón” en este caso no es un aumentativo de cabeza sino que hace alusión a una medida utilizada en la época romana para el comercio de la sal. En la provincia de Huesca se deben hacer un lío con tanta pueblo llamado igual; hay salinas para dar y tomar: Salinas, Salinas de Bielsa, Salinas de Hoz, Salinas de Jaca, Salinas de Trillo y Salinas Viejo. ¡Dios mío, que agobio!. Menos mal que en 1916 un diputado por Guadalajara firmó un decreto que puso un poco de orden en todo esto.
Esteban Provencio Hernando
Con información extraída del blog de Jesús Orea en Guadalajaradiario.es